jueves, 27 de enero de 2011

Dulzaineros de toda la vida: Jonás Ordóñez

Esta semana os traigo una nueva sección. Como su nombre indica, os iré presentando a dulzaineros que marcaron un hito, personas autodidactas que iniciaron nuevas eras en el folclore castellano. Abro esta sección con un hombre que nació "con una dulzaina debajo del brazo". Se trata de Jonás Ordóñez, vallisoletano nacido en Laguna de Duero. Jonás es hijo y nieto de dulzaineros. Sus inicios los llevó a cabo con su padre. Su abuelo tocaba todos los instrumentos que caían en su mano: guitarra, acordeón, dulzaina, aunque en palabras de Jonás, todos los tocaba mal. El padre de Jonás mejoró la técnica aprendida del abuelo, tocando con el tío Granizo, un peón caminero metido a dulzainero en sus horas libres. Aprendió música con el sacristán del pueblo, que era al tiempo organista. Y con los primeros ingresos se compró una dulzaina cromática de ocho llaves. En los años veinte y treinta, el padre de Jonás tocaba por los pueblos con sus hermanos Jonás a la dulzaina y Antolín a la caja. eran conocidos como "los Roquines". Tocó también con dulzaineros de prestigio como Daniel Esteban y el gran Agapito Marazuela. Jonás Ordóñez aprendió con su padre, tocando con él en los años cincuenta. Luego llegaron las orquestinas, y a los dulzaineros les tocaba entonces tocar en los descansos o repartirse el tiempo con las orquestinas. Igual que su padre, llegó a tocar con Agapito Marazuela, con el que trabó una buena amistad. Tras un parón de 12 años, Jonás volvió a coger la dulzaina en los años setenta.
La tradición musical de la familia Ordoñez se ha continuado con sus hijos, que le han acompañado en los últimos tiempos en sus actuaciones; aunque luego ellos han actuado por su cuenta. Su hija, Adelina fue la primera dulzainera castellana. Hoy, sólo toca en círculos restringidos, entre sus amistades.

Actualmente, continua con la tradición de la dulzaina con la fabricación artesana del instrumento, convirtiéndose en uno de los escasos artesanos de este instrumento en España. Su formación autodidacta no le ha impedido convertirse en un reconocido artesano que sirve pipas de dulzaina tanto a la península ibérica como a otros países europeos, como son Francia o Alemania.

Además, Jonás ha ido reuniendo una serie de piezas antiguas de instrumentos de musica popular que le han permitido reunir una magnífica colección que enseña gustosamente a las personas interesadas por este mundo.
Si quieres ver imágenes del museo, pincha en la imagen.



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